Forn San Pablo, detalles de la reforma. Sept. 2022
Os presentamos nuestro último proyecto, la reforma integral de Forn San Pablo, en una de las calles más céntricas y comerciales de Valencia, junto al Mercado Central.
El punto de partida era el antiguo horno, que tras muchos años de servicio necesitaba una reforma total y desde cero.
Los dueños estaban interesados en una reforma integral y un proyecto decorativo para continuar con el horno, panadería y pastelería, la especialidad de Ride.
Contactaron con Ride y nos personamos lo antes posible para ver el local, el estado y sus posibilidades.
Las primeras conversaciones fueron muy fluidas y hubo un entendimiento fácil de lo que se quería conseguir y las posibilidades del local.
Tomamos medida de todo, anotamos los requerimientos exigidos de calidades, estilo y rango de presupuesto.
Y nos pusimos en marcha con todo nuestro saber hacer y nuestra experiencia.
En dos semanas teníamos la propuesta inicial preparada, junto con una lista de opciones y posibilidades.
Presentamos el proyecto con diseños en 3D, planos, distribución de espacios, y datos técnicos de mostradores, escaparates, estanterías, refrigerados, elementos de decoración, y por supuesto el obrador totalmente equipado con maquinaria profesional de marcas reconocidas en el sector.
Ajustamos el presupuesto al milímetro y al exponerlo acordamos realizar unas pequeñas modificaciones, para que cuadrara perfectamente con las posibilidades de nuestro cliente.
Y nos pusimos manos a la obra.
Derribamos los tabiques anteriores, quitamos los alicatados, persianas y puertas, etc, hasta que no quedó ni rastro del horno anterior.
Y empezamos a construir, nuevo suelo, nuevos tabiques, nueva distribución de espacios... sobre la marcha nuestros clientes iban verificando cada paso y dando conformidad, podíamos apreciar claramente que su satisfacción iba en aumento en cada paso de la obra.
Mientras, en nuestro taller de carpintería se estaba preparando el mobiliario, estanterías, mostradores...
Y por supuesto el equipamiento ya estaba pedido a los proveedores para disponerlo en el tiempo adecuado.
Terminó la obra, empezó la pintura, la decoración mural y el acabado, un mundo nuevo estaba ante los ojos de nuestros clientes, su mundo, su nuevo negocio al que sabemos muy bien le van a dedicar su vida entera, y por lo que sentimos el máximo respeto y responsabilidad.
Y el local empezó a llenarse de profesionales super atareados... pintores, carpinteros, instaladores... cada uno realizando con responsabilidad, profesionalidad y mucho cuidado sus tareas.
Nuestros clientes estaban encantados de ver aquello a plena marcha, y a veces algo desbordados con las decisiones y pequeños ajustes.
Y por eso es importante contar con profesionales con experiencia y responsabilidad, implicados no sólo en "entregar y terminar" si no en el éxito del proyecto del cliente.
Como todos sabemos, algunos ajustes apenas tienen coste y dependen más de la profesionalidad, otros son más importantes y necesitan reflexión, en cualquier caso intentamos por todos nuestros medios no tocar el presupuesto.
El lío de la instalación, dió paso a la preocupación por los detalles, al enfoque comercial, a la comodidad del cliente, a la estrategia comercial.
Nuestro cliente se implicó en la gestión de los detalles, a cada paso que se daba, más satisfecho estaba con las soluciones que se habían realizado.
Llegó el momento de la entrega, se revisó con rigor la obra, las nuevas instalaciones, el mobiliario, toda la maquinaria del obrador, detalle por detalle, aparato por aparato, mueble por mueble... Aunque en realidad no hacía falta, no hay sorpresas, sobre la marcha se había ido supervisando todo.
Y el momento más esperado tanto de nuestros clientes con su nuevo negocio y su vida entera dedicada a ello, como por nosotros al ver que quien realmente manda es "el cliente de nuestro cliente" y es el que entra por la puerta a comprar y consumir. Y entran, y compran, y consumen.
Y están encantados de su nueva panadería pastelería de referencia en el barrio, junto al Mercado Central.
El punto de partida era el antiguo horno, que tras muchos años de servicio necesitaba una reforma total y desde cero.
Los dueños estaban interesados en una reforma integral y un proyecto decorativo para continuar con el horno, panadería y pastelería, la especialidad de Ride.
Contactaron con Ride y nos personamos lo antes posible para ver el local, el estado y sus posibilidades.
Las primeras conversaciones fueron muy fluidas y hubo un entendimiento fácil de lo que se quería conseguir y las posibilidades del local.
Tomamos medida de todo, anotamos los requerimientos exigidos de calidades, estilo y rango de presupuesto.
Y nos pusimos en marcha con todo nuestro saber hacer y nuestra experiencia.
En dos semanas teníamos la propuesta inicial preparada, junto con una lista de opciones y posibilidades.
Presentamos el proyecto con diseños en 3D, planos, distribución de espacios, y datos técnicos de mostradores, escaparates, estanterías, refrigerados, elementos de decoración, y por supuesto el obrador totalmente equipado con maquinaria profesional de marcas reconocidas en el sector.
Ajustamos el presupuesto al milímetro y al exponerlo acordamos realizar unas pequeñas modificaciones, para que cuadrara perfectamente con las posibilidades de nuestro cliente.
Y nos pusimos manos a la obra.
Derribamos los tabiques anteriores, quitamos los alicatados, persianas y puertas, etc, hasta que no quedó ni rastro del horno anterior.
Y empezamos a construir, nuevo suelo, nuevos tabiques, nueva distribución de espacios... sobre la marcha nuestros clientes iban verificando cada paso y dando conformidad, podíamos apreciar claramente que su satisfacción iba en aumento en cada paso de la obra.
Mientras, en nuestro taller de carpintería se estaba preparando el mobiliario, estanterías, mostradores...
Y por supuesto el equipamiento ya estaba pedido a los proveedores para disponerlo en el tiempo adecuado.
Terminó la obra, empezó la pintura, la decoración mural y el acabado, un mundo nuevo estaba ante los ojos de nuestros clientes, su mundo, su nuevo negocio al que sabemos muy bien le van a dedicar su vida entera, y por lo que sentimos el máximo respeto y responsabilidad.
Y el local empezó a llenarse de profesionales super atareados... pintores, carpinteros, instaladores... cada uno realizando con responsabilidad, profesionalidad y mucho cuidado sus tareas.
Nuestros clientes estaban encantados de ver aquello a plena marcha, y a veces algo desbordados con las decisiones y pequeños ajustes.
Y por eso es importante contar con profesionales con experiencia y responsabilidad, implicados no sólo en "entregar y terminar" si no en el éxito del proyecto del cliente.
Como todos sabemos, algunos ajustes apenas tienen coste y dependen más de la profesionalidad, otros son más importantes y necesitan reflexión, en cualquier caso intentamos por todos nuestros medios no tocar el presupuesto.
El lío de la instalación, dió paso a la preocupación por los detalles, al enfoque comercial, a la comodidad del cliente, a la estrategia comercial.
Nuestro cliente se implicó en la gestión de los detalles, a cada paso que se daba, más satisfecho estaba con las soluciones que se habían realizado.
Llegó el momento de la entrega, se revisó con rigor la obra, las nuevas instalaciones, el mobiliario, toda la maquinaria del obrador, detalle por detalle, aparato por aparato, mueble por mueble... Aunque en realidad no hacía falta, no hay sorpresas, sobre la marcha se había ido supervisando todo.
Y el momento más esperado tanto de nuestros clientes con su nuevo negocio y su vida entera dedicada a ello, como por nosotros al ver que quien realmente manda es "el cliente de nuestro cliente" y es el que entra por la puerta a comprar y consumir. Y entran, y compran, y consumen.
Y están encantados de su nueva panadería pastelería de referencia en el barrio, junto al Mercado Central.